EUROPA : ¿SOLUCIÓN O PROBLEMA?
La Comisión Europea acaba de publicar un documento con el título : “Europa 2020. Una estrategia para un crecimiento inteligente , sostenible e integrador”, en el que se esbozan las claves de del papel que debe jugar la UE en los próximos años.
El hilo conductor de esta propuesta es que Europa puede tener éxito si actúa colectivamente , y para ello propone tres prioridades para el desarrollo:
– Crecimiento inteligente : mediante una economía basada en el conocimiento y la innovación
– Crecimiento sostenible : a través de un uso más eficaz de los recursos , logrando una economía más verde y más competitiva.
– Crecimiento integrador : fomentando una economía con alto nivel de empleo, en la que se imponga la cohesión social y territorial.
En Europa hemos conseguido una serie de logros históricos importantísimos: disponemos de un mercado único , una sola moneda y unos pactos de crecimiento y estabilidad consensuados. Sin embargo , queda mucho camino por recorrer en materia de gobernanza común ,en la que hace falta mayor coordinación de las políticas económicas nacionales, una reforma de la estructura y funcionamiento de las instituciones financieras europeas ; una política fiscal común ; una política de seguridad mas cohesionada ; una política exterior clara y sin fisuras; y un largo etcétera.
Si realmente queremos que Europa siga teniendo peso específico en el concierto mundial , se hace necesario acometer con urgencia reformas estructurales que nos permitan competir con garantías en una economía global:
– Una de las mayores carencias reconocidas la constituye el grave retraso en relación a nuestro capital humano , algo especialmente acusado en España. Me refiero a la necesidad de una radical mejora de la educación , desde la infantil hasta la universitaria , pasando por la formación profesional.
– Además , Europa , y especialmente algunos países como el nuestro , esta en franca desventaja frente a otras potencias mundiales en materia de inversiones en I+D+i , tanto respecto a su cuantía , como a su escasa relación con la economía real.
– Tenemos que conseguir adoptar una política energética común , en la que se incluya un mercado único de la energía , que permita paliar los efectos de la dependencia exterior. Y , por supuesto , ser más eficientes en el consumo , aumentar el uso de fuentes alternativas y unir fuerzas en la lucha contra el cambio climático.
– Tenemos además un serio problema demográfico que amenaza la viabilidad de nuestro proyecto : bajas tasas de natalidad , inmigración y población cada vez más envejecida , ponen en jaque los sistemas de pensiones y en general los logros del Estado del bienestar y de las finanzas públicas.
– Por último , nuestras empresas deben ser más competitivas , para lo cual debe reformarse el mercado de trabajo , debe incentivarse la productividad y debemos ser pioneros en el uso de las nuevas tecnologías.
Hay voces autorizadas que argumentan que los efectos de la crisis están siendo especialmente devastadores debido a que “ las élites políticas instaron a Europa a adoptar una moneda única antes de que el continente estuviera preparado para un experimento de este tipo” (Paul Krugman).
Lo cierto es que , aún dudando si fue o no prematuro el nacimiento del euro , los retos que tenemos por delante deben acometerse desde donde nos encontramos , uniendo esfuerzos y siendo valientes en las estratégias.
